viernes, 3 de febrero de 2012

Palabras al atardecer y la fábula del trabajo

Ayer se organizó el acto de "Palabras al atardecer" con gran éxito, no solo de asistencia —se abarrotó la sala— sino de lecturas, he de decir que me alegró en demasía la calidad de los lectores, la única pega fue un pequeño problema de sonido, que algunos —servidor incluido— solventaron poniendo más énfasis si cabe en su recital.

A continuación les dejo uno de los poemas repartidos para la ocasión entre los asistentes y que tuve la ocasión de leer. El poema es un remedo de la fábula de la cigarra y la hormiga, y versa sobre la precariedad laboral que en Europa, y muy especialmente en España muchos jóvenes —y no tan jóvenes— han tenido y tienen que sufrir.



La fábula del trabajo

Trabaja la hormiga con gran decisión
formando en la recua de insectos nervudos;
trabaja y no ceja buscando alimentos
pues sabe que llegan los meses más duros.

Qué gran compañera resulta la hormiga
que siempre trabaja pensando en los suyos;
vahída no queda por verse sin horas,
y bien diligente, levanta los puños.

Al borde del paso se escuchan canciones,
son de una cigarra que muestra atributos;
tañendo su lira denuncia con fuerza,
con letras protesta a un orden injusto.

«Trabaja la hormiga,
¡trabaja, trabaja!;
trabaja la hormiga
por una migaja.»

— ¡Mirad compañeras! —proclama la obrera—
Mirad a ese bardo tocando tan ducho;
trepida su lira con órfico estilo,
mañana veremos su cuerpo ya enjuto.

La riente cigarra seguía cantando,
mostrábase digna cantándole al mundo;
cantaba a la vida, cantaba a los ríos,
cantaba a las Letras: su bello reducto.


Siguió la colonia con paso imparable,
portando sustentos pasaban apuros;
llegados los fríos del hirsuto invierno
las fieles comieron de un pan ya vetusto.

«¿Qué fue de ese bardo que antaño cantaba,
tocaba y leía henchido de orgullo?;
tal vez a su lira dejó por los campos
y presa del hambre ahora es difunto.»

No saben ni piensan que junto a la Reina,
con ricos manjares y frutos maduros,
la buena cigarra le canta a la corte
tañendo la lira disfruta sus lujos.

«Trabaja la hormiga,
¡trabaja, trabaja!,
trabaja la hormiga
por una migaja.»

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3 comentarios:

  1. :)
    La verdad que se ajusta mucho a lo que estamos viviendo.
    Saludos.

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  2. Bonita poesía. La moraleja muchos tendrán que aplicársela y no muy tarde.
    Saludos.

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  3. Gracias, esta fábula no pasará núnca de moda da igual es que versión se lea.

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