martes, 10 de abril de 2012

Tiempo de gozo

Este poema es una salutación a la primavera, una discreta pieza que canta y ensalza las beldades, fragancias y colores de esta estación que nos visita.

Publicado en el número de abril del boletín Nostracampus.




Tiempo de gozo

En sutiles sonatinas encalmadas
entran suaves
y adoradas
las esencias de la nueva y colorante primavera.

Silba Invierno, se despide con tendencia
sostenida,
la prudencia
nacarada de Harmonía dulcemente lo cobija.

De los grávidos torrentes murmullantes
—como heraldos
desbordantes—
surgen plétoras de ritmos que embebecen los sentidos.

Y las híades fulgosas
van regando,
—prodigosas—
los estambres hibernados por lo fríos de alabastro.

En los prados y los valles
rayos tibios
a los talles
escondidos los reciben, los saludan y los sirven.

Y a los ojos imperiales del Amor
se descubren
con fragor
los nacientes alborozos de inspirados tremulosos.