lunes, 12 de abril de 2010

ErotikoAbril: Almudena Grandes


Como todos sabemos, abril es el mes de la lluvia, el mes húmedo. Por eso, en Per-Vertiendo Palabras abril se convierte en ErotikoAbril. Este mes nos dedicamos a la literatura erótica, verso y prosa.



Empezamos con Almudena Grandes. Almudena Grandes nació en Madrid donde estudió Historia y Geografía; empezó escribiendo textos para enciclopedias hasta que en 1989 presentó “Las Edades de Lulú” al premio Sonrisa Vertical de la editorial Tusquets. Su primera novela ganó este prestigioso galardón y fue llevada al cine por Bigas Luna al año siguiente. Esta novela, una de las mejores y más importantes novelas eróticas de la literatura española, relata la vida y el despertar sexual de Lulú, la niña eterna que no quiere ni sabe crecer. Gracias a este premio Almudena Grandes alcanzó el éxito y comenzó a escribir un libro tras otro, “Te llamaré Viernes”, “Malena es un nombre de tango”, “Modelos de Mujer”, “Castillos de Cartón” entre otros muchos. Todos cargados de gran erotismo y cotidianeidad.
Además de sus libros, Almudena Grandes es conocida por sus columnas en el periódico El País y por participar como tertuliana en distintos programas de la Ser. Se ha significado siempre por sus posiciones políticas de izquierda, habiendo mostrado su apoyo público a Izquierda Unida. Así, en abril de 2007, fue una de los firmantes del Manifiesto "Por la convivencia y frente a la crispación", en el que un grupo de intelectuales consideraba inaceptable hacer del terrorismo "el eje de la oposición". Fue también lectora del manifiesto "Por la paz, la vida, la libertad y contra el terrorismo" leído en la manifestación convocada tras el atentado de ETA en la T-4 del aeropuerto de Barajas.
Desde nuestro blog os recomendamos cualquiera de sus libros pero este mes con más inca pié queremos invitaros a leer “Las Edades de Lulú”, por eso os dejamos uno de nuestro trozos favoritos, esperamos que os guste.

"Recuerdo retazos, fragmentos, detalles insospechadamente intensos, los otros se miraban a los ojos, se acariciaban lánguidamente, mientras él los satisfacía a la vez, sus labios finos, y crueles, deformados en una mueca grotesca, hasta que un pie le rechazaba, lanzándole con fuerza, lejos, caía a mis pies, se que jaba, y esperaba a ser requerido nuevamente, obedecía, retornaba a darles placer a cambio de golpes y de insultos, Jimmy le amenazaba mientras abría con sus manos la grupa de Mario encaramado a cuatro patas sobre el sofá, él acercaba la cabeza, sacaba la lengua y la hundía obedientemente en la carne detestada, lamiendo a su rival, que gimoteaba como un bebé insatisfecho, las manos de Jimmy no le soltaban, seguían clavadas en su grupa, pero eso no le impedía cambiar de posición, se retorcía para poder llegar con la boca al sexo enhiesto, morado y tieso suspiraba para anunciarse y luego lo chupaba, despacio, mucho tiempo, haciendo mucho ruido, para que Pablito, que no le podía ver, le escuchara, y lo supiera, supiera por qué el tercero entre ellos se deshacía de gusto, se estaba deshaciendo, y después finalmente la humillación suprema, cuando yo ya no me podía contener, había decidido no hacérmelo hasta que se hubieran marchado, me parecía indigno retorcerme allí, ante sus ojos, tan sola, y tan distinta a ellos, resultaría cómico y triste, pero ya no podía más, me rozaba los pezones con la punta de los dedos, me acariciaba los muslos, vestida aún, y advertía que todo mi cuerpo estaba duro, y tenso, entonces Jimmy me preguntó si no pensaba desnudarme, su voz parecía una invitación, lo hice, me desnudé completamente, y le escuché -mira, eso de ahí es una tía, y está bastante buena además-, Pablito me miraba, estaba inquieto, Mario se reía a carcajadas, -¿no te gusta?-, Pablito no contestó, yo me sentía infinitamente sucia, porque era un macarra repugnante, un chulo de la peor especie, pero en aquel momento le habría limpiado las suelas de los zapatos con la lengua si me lo hubiera pedido, lo hubiera hecho, simplemente."

Las Edades de Lulú, Almudena Grandes

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